jueves, 26 de marzo de 2009

Mi Culto Favorito Es El De La Serpiente


Debía un post desde hace tiempo a la banda de doom Serpencult, y al mamut sónico que han sacado y lleva por nombre "The Weight Of Light".

Un álbum que comienza con feedback multiple de guitarras y un riff a contratiempo reminiscente de los Sepultura mas "Rooteros" tiene que ser bueno, los cambios de riff son puro Mastodon, las guitarras son oscuras y la voz;...de repente la voz, sacada de lo mejorcito de los 0chenta, una voz de hechicera, de sacerdotisa o de cuenta cuentos, elige pero tiene una profundidad abismal con un clarísimo efecto Sabbath. Una cosa que me encanta es que no hay armonizaciones en exceso de voz, la que se oye es la que hay y punto, chapeau. La de arriba es Michelle, la cantante.


Y como es doom los riffs se repiten, pero son viciosos, las canciones no son rápidas, pero tampoco claman por serlo, hablar de cosas como despertar a un kraken (Awaken The Kraken) sobre gritos en el abismo (Screams in the Deep) o de la pista homónima al Culto de la Serpiente no precisa ir a mil por hora. Es mas, en el tempo está la pesadez, el latido y los vasos comunicantes de este género, y esta banda los controla como si llevaran toda la vida en esto. Serpentcult no sólo domina el ritmo, juega con el y con sus partes de un lado para otro, escuchar este disco es ser masajeado por un bicho antediluviano durante un par de minutos, luego el bicho relaja por unos segundos y vuelve a la carga con otro riff aún más profundo.


Y hay hasta un momento en el que la voz deja de interactuar, entre una pista instrumental que actúa como punto de inflexión del disco y la siguiente, titulada Arakanum, que no da paso a las vocales hasta los cinco minutos se crea en el oyente unos minutos de percepción totalmente distintos a los anteriores, la ausencia de la voz de Michelle crea otro aura, el golpe de efecto es excitante, que les haya salido la jugada a tres bandas y sin planear es otra cosa. No sólo eso, sino que estos belgas hasta enlazan canciones, dotando de cohesión a las pistas del álbum, un recurso a mi entender muy literario pero necesario en la música que pivota en torno a temas de temática similar.


Para cuando he terminado de escuchar "The Weight Of Light" estoy como si me hubiera pasado por encima un Godzilla que toca una Gibson SG afinada con intestinos de sus víctimas, Serpentcult tienen que venir a España y ya, desde Bélgica no hay tanto trayecto, además son la banda sonora perfecta para invocar a un ser de dimensiones gargantuanianas. Bueno, me voy al bar a pedir unos calamares que con tanto Kraken se me ha abierto el apetito.


Stay metal!

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